martes, 14 de julio de 2015

El caballero errante

No se sabe en qué momento, pero según la leyenda que se encuentra en las cuevas del bosque prohibido relatan la historia de un caballero que iba por el continente sin rumbo alguno, no tenía nada, había todo perdido en esta vida, su fortuna, sus armas, su armaduras, su casa, su camino, no tenía razón alguna para seguir adelante, solo daba vueltas alrededor de la tierra. Comenzó un viaje a través de distintas tierras, conociendo diferentes culturas. Cruzo las áridas y desoladas arenas del desierto de Sienoha, observando como las tormentas azotaban los poblados, pero estas personas habían aprendido a soportar, y coexistir con ellas, conociendo las grandes bestias de arena que cazan cualquier desprevenido animal o viajero, paso por las casi impenetrables junglas de la tierra de Aurgelmir observando cómo viven en la copa de los árboles para evitar las grandes fieras cuadrúpedas que acechan la jungla, terminando sin saber cómo en los valles fríos y solos de las altas tierras de Jotun, evitando los grandes Gigantes de hielo que merodean por esa región, perdido sin saber cómo encontrar las aldeas ocultas entre la neblina y la nieve en esa parte del continente.
   Pero, en algún momento, caminando por algún bosque de Alfheim, con solo una pechera de cuero rota, un yelmo oxidado y una vieja espada, vagando por el camino a ningún lugar, pasando árbol tras árbol, llegando casi a los arboles de hojas doradas, que según se cuentan proporcionan posiciones curativas de gran valor entre mercaderes, encontró a un mago, desconcertado de lo que veía el mago decidió hablarle, pues no era algo común encontrar humanos que lograran llegar tan lejos entre la tierra de los elfos, y más pasando un punto de reunión para los trolls.
  Mago: ¿que trae a un humano guerrero por estos pacíficos y a su vez peligrosos lugares? - El caballero con tono cansado le contesto: No es un asunto de su importancia, pero si tanta es su curiosidad, voy en busca de mi muerte, voy en busca de algo que me demuestre la vida. -El mago consternado dijo: Si cruzando este camino aún no ha encontrado eso, dudo que logre su cometido. -El caballero respondió: Pues ya no tengo mucho que perder, no me queda nada, tengo únicamente tiempo para buscar la muerte.
   El mago escuchando esas palabras, quedo impresionado, y le dijo: Si a la muerte es a quien buscas con tanto anhelo, no la alcanzarás si no sabes cómo es ella antes de su llegada, es la esencia de la vida, pues sin vida no hay muerte- escuchando eso el caballero, empezó a insistir al mago que le explicará más, que le enseñara de su magia arcana, que lo instruyera en la necromancia.
  El mago al escuchar lo que quería el viajero, estallo en ira, y se arrepintió de lo que había hablado, y de lo que ocasiono, pues viendo que el joven viajero empezó a seguirlo, intento usar su magia ilusoria para despistarlo, pero luego de horas de no verlo, logro llegar a la choza del mago, riendo entre dientes el mago pensó en poner 3 pruebas para que serían difíciles de pasar a menos de no tener el conocimiento apropiado.
   La primera sería el encontrar una gigantesca bola de fuego que logre suspenderse sobre la tierra. "Esta arriba de nosotros, y nos quema lentamente, pero nos mantiene con vida y en parte, a salvo" Contesto el caballero señalando el sol. Había aprobado la más fácil de todas.
   Impresionado por su respuesta y velocidad en ella, agarro una piedra del suelo y le dijo que la lanzará hacia el árbol, señalando la copa del árbol más frondoso en la cercanía, pero que no podía darle a ninguna hoja o rama de esté. Dudoso de esta prueba, respiro profundo, miro al mago, miro el árbol, estiro su brazo, temblando por miedo a que perdiera esta prueba, cerró los ojos, y lanzó la piedra en la parte más baja del árbol, casi rozando el piso. El mago quedo impresionado pues pensaba que no podría superar esa prueba.
   Decidido de que esta última debía de ser la decisiva, el mago entro a su choza, y busco un frasco de vidrio con su tapa, una bolsa de tela y un papel. Le explico al viajero, que tenía 3 días para lograr obtener la orina de un conejo, polvo de hoja de los árboles dorados, y en la hoja debía hacer que un elfo pusiera su huella.
   Inesperadamente, sin saber cómo, al medio día del 3er día de la prueba llega el caballero con los 3 requisitos. El mago satisfecho, decide tomar al caballero como aprendiz, pero advirtiéndole, "la necromancia es una magia poderosa, tanto que es prohibida por sus requisitos y su forma de emplearla, un gran mago sabe cómo y que se necesita para dominar la, pero a ti no te enseñare eso, si deseas, tendrás tiempo para tú poder aprenderla solo".
Año a año fue pasando, los conocimientos que traía el caballero fueron reforzados, y adquirió nuevos y útiles conocimientos acerca del mundo. Esos años no pasaron en vano, 15 para ser precisos, largos y prácticos donde el caballero accedió a todo tipo de conocimientos por parte del mago, y de forma clandestina obtuvo propios, adquiriendo pergaminos ocultos de necromancia, el inframundo, y demonología, leyéndolos a escondidas en las partes más obscuras del bosque.

 Un día, cuando se encontraba a punto de regresar, el caballero ve pasar a un hada, pero está era diferente, decide seguirla pues, tenía rasgos elficos algo de suma rareza de lo que había leído, pero tras unos 25 metros, se da cuenta de que el sonido de cadenas se empieza a oír en el bosque, y se hace más fuerte, y ambos, el caballero como el hada, se percatan, y ven como un jinete cabalga su caballo encadenado en dirección, a el hada a una velocidad impresionante, por instinto de héroe interno entro y se abalanzo sobre el hada empujándola del camino de la cadena que había lanzado el jinete, pero recibiendo en su pierna el golpe de esta, adolorido intento lanzar un conjuro pero era tarde, un grito retumbo, de la nada el piso se abrió y trago al hada dejando un agujero que se iba cerrando poco a poco, y cadenas cayendo en donde estaba el jinete, gracias al conocimiento sobre lo oculto, y su habilidad de pensar lo más rápido posible adquirida con el entrenamiento del mago, se dio cuenta de lo que debía hacer, sin pensarlo, lanzo un conjuro y bajo por el agujero, llego directo al inframundo, sabia lo a quien tenía que buscar, y salió en busca de él, un demonio de lujuria que raptaba distintas especies de mujeres, elfas, hadas, humanas, todas para intentar satisfacer sus deseos, y luego devorarlas. Corrió hasta encontrarlo, viendo como un humano había entrado sin permiso al reino del inframundo, siendo su culpa, ataco sin pensarlo, el hábil caballero logro eludir su ataque, y contraataco con un hechizo, aunque fallo al demonio, quien preparo un nuevo ataque, pero sin darse cuenta el demonio de que él no era su blanco, si no el hada, que recibió un hechizo que la libero de sus cadenas, y la elevo hasta la tierra del bosque. Pero antes lanzando una carta para que le entregara al mago, donde le daba las gracias, y le explicaba, que no volvería, pues, al fin encontraría la muerte, dando su vida, para rescatar, al hada, de quien, sin saber cómo, sintió, esa emoción malvada, llamada amor.

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